El Ministro de Hacienda ha presentado su amnistía fiscal -él le llama con otro término de la neolengua gubernamental- como un gran éxito. Se han recaudado 1.200 euros de los 2.600 previstos (!), han aflorado menos de la mitad de los fondos evadidos; siguen en los paraísos fiscales, como cabe esperar del patriotismo de los más ricos.
Los privilegiados adinerados tienen su espejo en Díaz Ferrán,ex presidente de la CEOE, ese hombre que recomendaba <<trabajar más y cobrar menos>>.
Por eso él laboró denodadamente cómo llevar su dinero a los paraísos fiscales (hasta 50 millones), cómo crear empresas fantasmas y tesaferros útiles, cómo fundir sus esfuerzos en un lingote de un kilo de oro. Este liberal de pro afirmaba que todos los servicios públicos deben ser privatizados, también los inspectores de Hacienda que lo han colocado ante los tribunales por "blanqueo y alzamiento de bienes". El Gobierno le ha esperado hasta el último minuto como donante, que para eso es un emprendedor ejemplar, pero al final no ha tenido otra opción que aplicar la ley a su pesar.
Algunas malas leguas dicen que los empresarios son así, por algo eligieron al propietario del Grupo Marsans... Pero ellos son los verdaderos emprendedores, los verdaderos patriotas que expanden los fondos extraídos de nuestro país en otros con el fin de invertir y difundir la marca España (los malpensados los llaman "paraísos fiscales"). Es verdad que Díaz Ferrán ha tenido sus sombras (debe presuntamente 45 millones a los trabajadores que podía haber pagado con los 50 evadidos), pero es un hombre trabajador, hecho así mismo (empezó como cobrador en los autobuses de sus padre...). Un patriota, como los que nos han aportado esos 1.200 millones "evadidos", como el ministro Montoro que siempre dice la verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario