La limosna siempre fue un invento de los poderosos para perpetuar el orden social y evitar la rebelión de los pobres. Esta semana la plantilla del Real Madrid ha acudido al rescate del maltrecho pueblo de Lorca, esta expedición ha sido presidida por Florentino Pérez (“el ser superior”)
Una vez allí han hablado desde los balcones, se han retratado con las gentes y han jugado un amistoso partido de futbol, todo con un cierto tufo a “blanco y negro”. No deja de ser irónico que uno de los mayores constructores de este país y como tal, uno de los mayores responsables del derrumbe del mismo, se presente en un pueblo arrasado por un terremoto y se ofrezca a reconstruirlo a base de abrazos y “pachangas”.
Pero mientras tanto… ¿qué hacía el otro club más poderoso de este país? Pues presentar su nueva equipación para la temporada que viene. En la pechera de la nueva camiseta del Barça se puede leer un letrero con el nombre de QATAR (un país donde las mujeres están privadas de derechos fundamentales). Esta nueva pegatina ha relegado el famoso “Unicef” al culo de sus futbolistas, creando así una bonita metáfora de lo que es en verdad todo este circo mediático. Mucha gente dice: “Menos es nada”. No, la nada es un comienzo, la nada nos ayudaría a no estar en el mismo lugar que estábamos cuando los emperadores romanos repartían al pueblo trigo y entradas para los juegos de circo. A los equipos de futbol no se les piden que salven el mundo, pero sería de agradecer que fuesen más honestos y coherentes con su política y su imagen.
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