"En un lugar de la Esperia"...
El "gregoesperpento" es una greguería esperpéntica, un espantajo que irrumpe al enfrentar la realidad ibérica ante el espejo nada deformante de la actualidad. El espejo, como en el cuento, se rompe o se convierte en una imagen que para sí quisiera Dorian Gray en su etapa más descompuesta. Valle-Inclán hizo daguerrotipos vitriólicos de una Restauración borbónica que apestaba. Ahora la nueva restauración borbónica del último cuarto del siglo XX se prolonga en el XXI con una imagen tan descompuesta que ni siquiera el esperpento valleinclanesco sirve para albergar tanta miseria. El invento del célebre escritor gallego ahora resulta naturalista, casi garbancero. El gregoesperpento demuestra que se han superado las fronteras del tradicional absurdo ibérico. Nuestro ruedo espérico* se ha convertido en una pista de circo de frenopático.
* Esperia es el nombre con el que un exiliado Salvador de Madariaga se refería a su lejana España, domeñada por el régimen de Franco. Se inspira en el Jardín de las Espéridas, denominación de este finis terrae en la Antigüedad clásica, pero también a ese sentido de espera.
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