El Moisés de la "Catalunya independent" se ha dado de bruces con la demoscopia real. Se ha puesto de manifiesto, de paso, lo trasnochado de un nacionalismo épico que pretendía agitar la senyera para que una ciudadanía informada/informatizada se olvidara de sus terribles recortes sociales (siempre caen del mismo lado). Rajoy está contento porque su pupila ha ganado un escaño; que tome nota: en estos tiempos complejos no se engaña a la gente azuzando nacionalismos y fantasmagorías mientras les clavas las tijeras.